Bajo la Máscara… ¿Amor o Juego? novela completa
Capítulo 15

Capítulo 15

Celina, a duras penas, con un rastro de lágrimas y desesperación en su voz, dijo: “Hermana, ayer tomé el mérito que te correspondia, lo siento.

Ya no quiero competir contigo, sé que eres muy fuerte.

Somos familia, deberíamos hacer las paces con Daniel. Escuché que vendrá aquí para una junta más tarde.

Con solo convencerlo para que me dé ese gran contrato, y yo quedando bien con Alexander, prometo dejarte volver directamente a Joyas Elegantes como vicepresidenta ejecutiva. ¿Qué te parece esa oferta?”

Celina lanzaba el anzuelo con desesperación.

Serena entrecerró los ojos, una sonrisa fria asomó en su mirada. Ayer habian hecho hasta lo imposible por sacarla de la empresa.

¿Y ahora, por un contrato con el Grupo Estelar, le pedían que volviera?

Celina tenía miedo de competir, pero de ninguna manera admitiría sus deficiencias de esa manera.

Extrañamente, Serena no le creia y decidió ignorarla.

Al ver que no lograba mover a Serena, Celina se desesperó y la agarró, diciendo con angustia, “Hermana, ¿puedes ayudarme, por favor?”

En ese momento, Celina escuchó el sonido familiar de los pasos de unos zapatos de cuero,

Perfecto, Perla ya debia estar en su lugar

Con una mirada sombría en la esquina de su ojo, Celina de repente tiró fuerte de Serena.

Serena frunció el ceño, tratando de esquivarla instintivamente.

Pero de repente, Celina retrocedió con fuerza, tumbo la mesa y cayó al suelo con un golpe fuerte.

Con el rostro pálido, miró hacia la esquina y gritó con dolor, “¡Ay! Mi bebé, hermana, ¿por qué me empujaste?”

Serena se quedó sorprendida, jella no la habia empujado!

Pero al ver la sangre corriendo debajo de su vestido, se apresuró a agacharse para revisarla, tomando la muñeca de Celina para tomarle el pulso.

Celina sujeto su mano firmemente sin soltarla, mientras gritaba hacia atrás, “Xander, salvame!”

“¡Dios mio! ¡Celina!” En ese momento, Perla, que había llegado con Alexander, gritó

La expresión facial de Alexander cambió drásticamente y corrió hacia ellas.

La gente en el vestibulo comenzó a prestar atención.

“Serena, ¿qué estás haciendo?” Alexander apartó bruscamente a Serena y levantó a Celina en sus

brazos. Su mirada se tornó helada..

Celina lloraba desconsoladamente en los brazos de Alexander, con un dolor desgarrador, “Xander, solo queria pedirle a mi hermana que hablara con el presidente del Grupo Estelar por mi? Quizás no pude contenerme y la conté sobre nuestro bebé, y entonces ella, jella intentó matarme! Uy, duele mucho, ¿mi

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bebé estará blen?”

“No llores.” Alexander acariciaba su rostro con un dolor palpable, bajando la vista hacia la sangre en el suelo, su rostro se tomó pálido.

La gente alrededor, indignada, empezó a mirar a Serena, “¿Cómo puede ser tan mala esta mujer? ¡Incluso lastimo al bebé de su propia hermana!”

*¡Esa es una asesina!”

En medio de las acusaciones, la expresión de Alexander se volvió feroz y se abalanzó hacia Serena, agarrándola del cuello con fuerza, “Zorra, tan malvada, atreviéndote a matar a mi hijo, voy a hacerte pagar con tu vida!”

Serena lo empujó, con el rostro tranquilo, pero su corazón estaba herido por sus frías palabras.

Su hijo, él la odiaba tanto que quería aplastarla, realmente amaba a Celina.

Ella miró los tacones de diez pulgadas de Celina y de repente soltó una risa baja.

“¿Por qué te ries?”, preguntó Alexander, con una mirada parecida a una espada fria, “Perla, llama a la policía. Celina ha tenido un aborto por su culpa, ¡que se pudra en la cárcel!”

Pero Serena se mantuvo impasible, su mano se deslizó hacia su pecho, repasando todo lo sucedido, y le preguntó a Celina con ironia, “¿Estás segura de que fui yo quien te empujó?”

Si no me hubieras empujado, ¿cómo hubiera caido? Hermana, eres demasiado cruel, siempre te he tolerado y tú no solo has ido contra mi, sino también contra mi inocente bebé!” Celina lloraba desconsoladamente.

Los ojos de Alexander se tornaron aún más rojos de rabia, abrazando a Celina con ternura, “No pierdas el tiempo hablando con ella, jagarrenia!”

Perla se apresuro a llamar a los guardias de seguridad mientras la multitud alrededor señalaba y

murmuraba sobre Serena.

Serena se mantuvo calmada mientras sacaba su celular y se burlaba con frialdad, “Mira bien como se cayó tu delicada Celina.”

Ella se sentia algo aliviada por haber escuchado a Rociito y no haber quitado la cámara de vigilancia que llevaba encima.

Alexander estaba confundido, pero al ver el video de vigilancia, su rostro se fue endureciendo poco a

poco.

En el video, Celina intentaba agarrar a Serena, pero ella hábilmente se apartó.

No había empujado a Celina.

Cuando Celina también vio el video, su cara se puso pálida como el papel. No entendía cómo Serena había preparado la cámara.

Serena sonrió con desden, observando el charco de sangre en el suelo. De repente, se agachó y sujeto a Celina, levantándole la falda para sacar una bolsa de debajo.

Al ver el contenido de la bolsa, la gente alrededor se quedó boquiabierta.

Serena se la mostró a Alexander y la sacudió con fuerza, soltando una carcajada fria, “¡Miralo bien! Esto es lo que queda de tu hijo, juna bolsa llena de plasmal

Alexander, incrédulo, miró fijamente la bolsa de plasma y luego a la cara llena de culpa y palidez de

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Celina, que estaba tan rigida como el fondo de una sartén.

Serena, con una sonrisa burlono, se dirigió a la asustada Celina, “¿Te has vuelto adicta al plasma? ¿Es lo que te sobró después de intentar incriminarme en el incidente con la familia Zaldivar? Parece que eres bastante ahorrativa.”

Celina estaba tan furiosa que parecia a punto de explotar, pero no podia pronunciar una sola palabra.

Serena, mirando a Alexander petrificado, solo podía sentir pena y risa. Le recordó con sarcasmo, “¿Has visto alguna vez a una mujer embarazada usando tacones de 10 centimetros? Acabo de revisar su pulso y no hay rastro de embarazo, ¿hace tiempo que perdió al bebé o nunca estuvo embarazada?

Tal vez intentaste inculparme para matar dos pájaros de un tiro. Pero no te preocupes, quizá ese precioso hijo ni siquiera sea tuyo.”

Alexander sintió que sus palabras tenian un significado oculto y su expresión se oscureció aún más.

Celina, sin esperar que Serena la contratacara, temblaba de ira y de repente se puso a llorar débilmente hacia Alexander, “Xander ¿qué quiere decir con eso? Soy pura y solo he estado contigo, y ella me está difamando en público, ya no quiero vivir!”

Alexander no soportaba verla llorar y su corazón se ablando de inmediato. Al volver a mirar a Serena con su expresión fria e indiferente, se enfureció, Serena, ya basta! ¿No sé yo acaso lo pura que és Celina? En cambio, tú, embarazada de un bastardo, jeres la más sucia!”

Serena lo miró friamente y sacó las fotos que había tomado el día anterior, levantándolas en alto, “Celina, si quieres pruebas, aquí las tienes. Alexander, trata de no volver a celebrar tan rápido!”

Alexander miró la foto y retrocedió al instante. Sᴇaʀch Thᴇ FindNʘᴠᴇl.nᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

Era… ¿Celina abrazando a otro hombre en la habitación de un hotel?

a

Giró la cabeza con un semblante cada vez más sombrio y se quedó mirando a Celina.

Celina ya estaba temblando de miedo y negó con la cabeza, “Xander…”

“¡Cómo explicas esto!” Alexander se volvió pálido de ira, especialmente con los comentarios y señalamientos de los demás clientes a su alrededor, lo que lo hizo sentir aún más humillado.

“Caray, resulta que es una zorra. Pensamos que estaba en problemas, pero la buena era ella, y nosotros siendo utilizados como tontos.”

“Ese hombre también es un tonto, creyendo en un embarazo falso. Y su novia enrollándose con otro.”

“Fingir un embarazo para incriminar a otra persona, ¡qué malvada!”

Serena apretó sus manos en un puño y se alejo con una risa fria.

La mirada oscura de Alexander la siguió, cayendo sobre la figura solitaria de Serena. Sus ojos titilaron y de repente se levantó, persiguiéndola con ira contenida.

En la entrada del hotel, Alexander agarró fuertemente la muñeca de Serena.

Ella se giró con una mirada fria, “¿Qué más quieres?”

“Serena, ¿sigues enojada conmigo?”

Alexander suavizó un poco su tono, mirándola con una expresión que revelaba cierta comprensión, “Has estado buscando problemas últimamente, atacando a Celina con frecuencia. En realidad, ¿es porque

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