Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez
Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 206

Capítulo 206 

Isaac se estaba poniendo cada vez más molesto, soltando una risita sarcastica: “Vaya que te importa!” “Para nada.” 

Sonrei y dije: “La chica que hoy bloqueó a Andrea, es ella. Isaac, tus primeras, segundas y terceras nupcias podrían enlazarse sin problema alguno.” 

Frunció el ceño intensamente diciéndome: “Imposible 

“¿Cómo que imposible? Si no me crees, ¿por qué no le preguntas a Andrea?” 

Justo después de decir eso, me di cuenta de que Andrea habia desaparecido por un buen rato. Miré alrededor en el salón y noté que mi suegro Jaime tampoco estaba.. 

Un pensamiento cruzó mi mente, y rápidamente dije: “Me duele el estómago, voy al baño!” 

Voya 

Dicho eso, me agarré el estómago y corri hacia el baño. La Mansión de los Guzmán era muy grande, y después de buscar en el baño sin escuchar ningún ruido, me dirigí directamente al patio trasero. 

Los pisos superiores eran solo para la familia, por lo que la gente común no podía subir alli. O se habían ido, o estaban en algún lugar del jardín… El viento frio soplaba afuera, y todos estaban ocupados socializando dentro del salón de banquetes, por lo que no habia nadie en el jardin. 

Caminé con pasos ligeros, buscando por un rato, y luego empecé a pensar que mi idea era un poco absurda. ¡Después de todo, quién haria algo así en la propiedad de otra persona, durante la fiesta de cumpleaños de alguien! Justo cuando estaba a punto de regresar, escuché un maullido y pensé que alguien habia dejado salir al gato de la casa por accidente, queriendo ayudar a llevarlo de regreso, pero después de caminar un poco, escuché claramente el jadeo de un hombre. 

Era un sonido grueso y apresurado, viniendo de detrás de la vegetación densa acompañado de un: “Tranquila, nadie vendrá, terminaré muy pronto…” 

Era la voz de Jaime. 

La voz de la mujer estaba muy baja, casi llorando y diciéndole: “Papa! ¿Qué estás haciendo? Esto es muy peligroso, me asusta…… si Isaac se entera, ¡se acabará todo entre él y yo!” 

Conocía esa voz demasiado bien. Era la primera vez que espiaba a alguien en ese tipo de situación, y mi corazón estaba a punto de saltar de mi pecho mientras rápidamente sacaba mi teléfono para grabar, reteniendo mi respiración inconscientemente. 

“¿Quién te mandó a vestirte tan provocativa hoy? Tranquila, mi niña, con este frío nadie vendrá afuera, 

esto es lo más emocionante…” 

Jaime decía eso mientras se lanzaba a besarla con urgencia: ¿Aún no te das cuenta? Ese mocoso no quiere divorciarse, nunca tuvo la intención de casarse contigo…” 

“Mmm, ahh…” 

Andrea gemía, intentando resistirse pero no pudiendo contra su cuerpo decía: “Entonces, ¿qué hacemos…? Solo quiero casarme con él… papá, por favor, piensa en algún plan, ¿si? ¡Ah!” 

Mi moralidad estaba hecha pedazos. Imposible de recoger. 

“Zorrita, ¿no te hace sentir bien tu papá?” 

Jaime continuaba, dándole una palmada en el trasero y diciéndole: “Andrea, ese mocoso ni siquiera 

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Capitulo 206 

quiere tocarte, mejor te das por vencida desde ahora.. 

Uno, dos, tres… Mientras contaba los segundos, vi a Jaime de repente abrazar a Andrea y quedarse 

quieto. 

De verdad fue rápido. No mintió. 

No perdí de vista el desdén en la cara de Andrea, Jaime estaba tan impulsado por su lujuria que, después de terminar, instantáneamente recuperó su sensatez y le dijo: “Hablemos de esto en casa. Aún tengo que felicitar a Jimena por su cumpleaños, entremos.” 

“¡Espera por mi!” 

Andrea lo miró molesta, se apuró a ponerse su ropa interior y a arreglar su vestido. 

Afortunadamente, la luz era tenue v 

No tuve tiempo de huir, solo pude esconderme detrás de un árbol, conteniendo la respiración. 

la temperatura baja, Andrea siguió a Jaime de mala gana hacial adentro. Escuché el sonido de la puerta cerrándose, me palmoteé el pecho, respirando profundo. Aunque no fui yo quien hizo algo malo, me sentia como si lo hubiera hecho. 

“Veo que la señora Montes tiene un gusto particular, ya que solo ve porno en version real.” 

Una voz despreocupada llegó a mis oídos, y solo entonces me di cuenta, ¡había otra persona detrás del otro árbol! 

No mostraba ninguna conciencia de haber estado espiando a otros e incluso me sonrió mientras preguntaba: “¿Grabando para poder revivirlo después?” 

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