Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez -
Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 226
Capítulo 226
¿Suicidio? Así que, ¿el suicidio era el talento especial compartido entre madre e hija? ¿Una especie de legado familiar?
De pronto, movida por un impulso inexplicable, pregunté: “¿Necesitas que te acompañe?”
Quizás quería ver si era verdad o mentira. O tal vez tenía miedo… Por si acaso algo realmente sucediera, Isaac no tendría a nadie de confianza a su lado.
Isaac me miró sorprendido y preguntó: “¿De verdad puedes?”
“Vamos.” Dije tomando mi bolso y nos dirigimos al hospital.
Cuando llegamos al hospital, Victoria aún estaba en la sala de emergencias, sin salir. Andrea y Jaime estaban esperando afuera. Esa escena me pareció bastante cómica. Pero, en un momento tan tenso, no debería reírme, así que repasé en mi mente todas las cosas tristes de mi vida.
Isaac, Andrea, Jaime y Victoria dentro de la sala de emergencias. Si hubiera tenido que dibujar un diagrama de las relaciones entre esas cuatro personas, hubiera sido tan complicado como una telaraña.
Andrea se lanzó hacia mí de repente, empujándome: “Cloé, ¿de qué te ríes? Mi mamá está en problemas, ¿te alegra eso, viniste a disfrutar del espectáculo?”
Sí, estaba tratando de contener la risa, pero no pude. $in embargo, estaba un paso detrás de Isaac, asi que él no lo vio.
En ese momento, él me protegió detrás de él, con una expresión fría como el hielo; le reclamó con voz gélida: “¿Estás loca? Yo invité a Cloé.”
La situación entre Andrea y Jaime se había revelado, y ella, frente a Isaac, no se atrevió a comportarse como siempre, simplemente comenzó a decir llorando a mares: “Isaac… ¿Por qué la trajiste? Si no fuera porque ella provocó tanto a mi mamá, ¿cómo se iba a suicidar?”
“¿Qué quieres decir con que yo la provoqué?”
Di un paso adelante diciendo meticulosamente: “Lo que ustedes hicieron fue por su propia voluntad, tú fuiste la que empujó a tu madre y la maldijo frente al Registro Civil, ¿qué tiene que ver conmigo?”
“Tú…” Andrea se quedó sin palabras por un momento, restringida por la presencia de Isaac, solo pudo mirarme furiosamente.
Jaime, por su parte, sintiendo pena por su pareja, me acusó con indignación: “Cloé, cuando papá estaba vivo, eras tan gentil y bondadosa, ¿cómo has podido cambiar tanto? ¿Realmente quieres que esta familia esté en constante conflicto?”
Esos dos eran expertos en echar la culpa a otros. Después de que el asunto se difundió en línea, fueron criticados por dos días y una noche, y la única conclusión que pudieron sacar fue que todo era culpa de Cloé. También me pregunté en qué me equivoqué.
Fruncí el ceño, solo para escuchar a Isaac con una voz que parecía estar envenenada, burlándose fríamente:
“¿Cloé causó todo esto? ¿Es ella, como nuera, quien no pudo controlar la vida privada de su suegro y su hermanastra? Esa es una carga que mi esposa no puede soportar.”
“Yo…”
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Capitulo 226
Jaime, ya algo temeroso de él, y dependiendo de Isaac para su manutención desde la muerte de Ricardo, se puso rojo de ira con esas palabras, pero no se atrevió a decir nada. Tampoco podía decir nada.
De esa forma, insultó a dos personas, pero Andrea, como si no pudiera sentir el desprecio de Isaac, le agarró de la manga, llorando de una manera que me daba pena ver: “Es… es mi culpa, ¡Es mi culpa, lo siento de verdad! Pero Isaac, ese día solo bebimos vino, no sabemos quién puso droga en él, y por
eso…”
Isaac frunció el ceño al escuchar eso, y con un gesto, la alejó de él, quitándose el saco que ella había tocado y tirándolo en el contenedor de basura médical
La mirada de Isaac era fría, preguntó con voz severa: “Nada de eso importa ahora. Solo quiero saber, ¿qué fue todo eso que dijiste de que Victoria era la amante y fue escalando hasta ser la señora? Explícalo todo con detalle.”
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