Esta Vez, ¡No Perderé!’
’ Capítulo 135

Capítulo 135 

El mayordomo Gabriel definitivamente tenía buenas intericiones. Pero olvidó que la psicología Inversa de los usuarios. de internet de hoy en día es aún más intensa que la de su sobrino mayor, que en la secundaria se teñía el cabello de amarillo y usaba aretes. 

Cuanto más rápido eliminaban las publicaciones los blogs de chismes, más convencidos estaban todos de que Beatriz tenía algo que ocultar, y corrian a comentar en la aplicación de videos donde Florella aparecia en un programa. 

Ahora, Beatriz no solo era etiquetada como “la intrigante” y “la heredera rebelde, sino también como una mujer capaz de manipular capitales. Ni las largas manos del mayordomo Gabriel podrían alcanzar para hacer que el equipo de producción borrara un episodio del programa. 

Al despertar, Beatriz vio su teléfono sonar sin cesar. Confundida, revisó mensaje tras mensaje. Oh, resulta que estaba siendo atacada en intemet. Beatriz se levantó tranquilamente, se lavó la cara, se cepilló los dientes, se vistió y, con la misma calma, bajó a desayunar. 

De repente, el mayordomo Gabriel se dio cuenta de su error. Pero como su jefe estaba en el extranjero, y tenían un proyecto de cientos de millones en marcha, el mayordomo Gabriel, que ya había molestado una vez ayer, realmente no se atrevia a molestar al presidente Mangone nuevamente.  sᴇaʀᴄh thᴇ ꜰindNʘvel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

Beatriz tomó un sorbo de leche y mordió un croissant. El mayordomo Gabriel rápidamente confesó todo lo sucedido el dia anterior. Después de hablar, el mayordomo Gabriel dijo con remordimiento: “Ah, debería pedirle al señor que me descuente un mes de sueldo,” 

Hablando de eso, al mayordomo Gabriel solo le habian dado todo tipo de grandes bonificaciones, nunca le habían descontado sueldo. Fue solo después de que Beatriz llegara que el mayordomo Gabriel se dio cuenta de que el Sr. Mangone sabía que lo que más les importa a los trabajadores es el dinero, y que realmente usaria la amenaza de descontar el sueldo. 

Beatriz separó los tomates asados y dijo: “Oh, no te preocupes, sé que lo hiciste por mi bien-” 

El mayordomo Gabriel se sintió conmovido hasta las lágrimas, sabia que la señora definitivamente era comprensiva. *Si algún día el Sr. Mangone y yo nos divorciamos, mayordomo Gabriel, solo consigueme un trabajo con un salario anual de un millón como compensación.” 

El mayordomo Gabriel contuvo las lágrimas: “Eso no sería posible, tengo ética profesional. Pero conozco a varios herederos, cuyas familias tienen al menos varios miles de millones. Si realmente se divorcia, señora, puedo presentarle a alguien que la mantenga. Algunos de ellos son homosexuales que desean un matrimonio por conveniencia para mantener su imagen.” 

Beatriz: “¿Qué?” 

El mayordomo Gabriel: “Aunque no son tan guapos como el señor, ni tan generosos–después de todo, su patrimonio es solo una fracción del del señor, pero garantizo que no son malas opciones. Además, con un matrimonio por conveniencia, la señora podría tener dinero y al mismo tiempo ser libre de hacer lo que quiera.” 

De repente, a Beatriz le dio curiosidad por conocer los chismes sobre Javier. En el libro, Javier solo tenia un acuerdo de matrimonio por conveniencia con la protagonista original, sin ningún otro romance. Incluso frente a la adorable protagonista Fiorella, no mostró ningún interés. 

Beatriz: “El Sr. Mangone no será-” 

“Oh, no, el señor nunca ha amado a nadie.” 

Beatriz: “Oh, está bien, esos magnatés son como icebergs antes de encontrar a su alma gemela. Gabriel, hemos hecho un trato, eh, si Javier me echa, tienes que ayudarme a encontrar otro lugar.” 

El mayordomo Gabriel todavia se sentia culpable: “Señora, ¿no te duele ser insultada asi?” 

El mayordomo Gabriel había vivido tantos años y no le gustaba ser insultado. Mucho menos una joven como ella. Beatriz espolvoreó pimienta negra sobre los tomates y mojó el pan: “Como mujer se debe tener el coraje de enfrentars los rumores y difamaciones- 

Capitulo 135 

Antes de que pudiera terminar, el mayordomo Gabriel sacó su celular y dijo: “Alguien dijo que tu nariz no es natural, que una persona normal no puede tener un puente nasal tan fino y recto. Yo también quiero saber si es verdad.” 

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