Capítulo 257 

Adam sacudió la cabeza. 

“Nunca has visto a tu mamá desde que eras pequeño?” preguntó el conductor en voz baja. 

Adam asintió. 

Qué pena tan grande, u 

n niño tan pequeño y sin su madre. 

El conductor suspiro internamente. 

“Entonces, ¿cómo viniste solo? ¿Y tu papá?” 

“Él está muy enfermo.” 

La expresión en el rostro del conductor se torno aún más sombría. 

Sin ninguna pista, era como buscar una aguja en un pajar 

Al bajar del coche, el conductor le advirtió a Adam, “Joven, Capital Nube es un buen lugar, pero está lleno de estafadores. Tienes que tener mucho cuidado al estar solo y no dejarte engañar. ¡Espero que encuentres pronto a tu mamá y que tu familia se reúne “Gracias,” dijo Adam, dándole el dinero al conductor y haciendo una leve reverencia. 

Este niño si que es educadol 

El conductor pensó para si mismo con admiración. 

Cludad Real. 

Olga h 

habia preparado algunos dulces caseros y le pidió a Valeria que se los llevara a Adam. 

Aunque ya no tenía intención de seguir complaciendo a Adam, 

pero aún tenía que mantener las apariencias. 

Valeria dijo: “Adam no está en casa.” 

“¿No está en casa?” Olga continuó, “¿A dónde ha ido?” 

“Parece que se fue de vacaciones a Ciudad Mar, Valeria no le dio mucha importancia. 

¿Vacaciones en Ciudad Mar? 

Si ya casi es hora de volver a clases, ¿cómo es que Adam se fue de vacaciones a Ciudad Mar? 

Adam siempre ha sido introvertido y de pocas palabras, es muy parecido a Rodrigo. 

¡No parece alguien que saldria a divertirse! 

Olga, por instinto, sintió que algo no estaba bien y dejó los dulces para subir corriendo las escaleras. 

Una vez arriba, hizo una llamada, “Hola, quiero que investigues los movimientos recientes de Adam.” “Entendida.” 

La espera era angustiante. 

Cuanto más tiempo pasaba sin una respuesta, más inquieta se sentía Olga. 

“Mama.” 

Justo en ese momento, se escuchó un golpe en la puerta. 

Olga frunció el ceño ligeramente y preguntó. “¿Qué pasa? 

Valeria continuo, “Mamá, el caldo saludable ya está listo, puedes llevarlo a abuela Jana 

Olga entonces recordó lo del caldo. 

Aunque la situación de Adam era importante, el caldo era aún n 

más urgente 

“Ya voy, dijo Olga apresuradamente, bajando las escaleras con el caldo hacia la casa de la familia Lozano Al llegar a la casa de la familia Lozano. 

Capitulo 257 

Jana como siempre esperaba a Olga en la entrada. 

“Mia Jana 

“Ah, ha llegado Olga. Cada vez que veia a Olga, el rostro de Jana se iluminaba completamente. 

“Hace frio, dijo Olga, llevando el caldo en una mano y ayudando a Jana a abrocharse el abrigo con la otra, “No deberías 

esperarme afuera. No estás para estos frios y si algo te pasara por mi culpa, jamás me lo perdonaria.” 

“Un momento parada no hace daño, dijo Jana con una sonrisa, “Sólo cuando te veo llegar puedo estar tranquila.” 

Angela, que estaba a un lado, comentó: “Si alguien no lo supiera, diria que la señora Jana y la señorita Olga son madre e hija. No muchas madres e hijas tienen una relación tan cercana.” 

Angela siempre habia sabido cuándo decir lo correcto. 

Sabia qué palabras le agradarian a Jana. 

Jana respondió: “¡Y quién dice que no! Para mí, Olga es como mi propia hija.” 

Mientras ayudaban a Jana a sentarse y tomar el caldo, Olga preguntó casualmente, “¿Cómo es que Adam no se ve hoy?” 

“Fue de viaje a Ciudad Mar, respondió Jana.  S~ᴇaʀᴄh the (ꜰind)ɴʘvel.nᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

Olga miró a Jana y añadió, “Pero si recuerdo bien, Adam no es muy aficionado a los viajes. 

Déjalo, déjalol Jana hizo un gesto con la mano. 

¡El chico ya está grande! 

¡Ella ya 

no podia controlarlo! 

Olga no dijo nada más, pero una chispa de astucia brilló en sus ojos. 

Mientras tanto en Capital Nube. 

Después de pasar una noche en el hotel, al día siguiente, Adam emprendió su viaje en busca de su madre. 

No sabía nada en absoluto. 

Sin ninguna pista, parado en una calle concurrida, de repente senti un instante de desesperación. 

Mimirada se posó en una madre y su hijo. 

El chico parecía tener unos diecisiete o dieciocho años, casi de su edad. 

Hijo, ¿qué te gustaria que cocináramos esta noche para

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