Capítulo335
En ese momento, César llegó con una taza de café y la colocó en la mesa.
-Señor Hernández, ya he contactado a la responsable de la empresa de Alexa, la señorita Silvia. Ella dijo que estaría dispuesta a reunirse con usted.
-En serio? -finalmente los ojos apagados del hombre mostraron algo de brillo.
-Sí, pero solo aceptó una reunión. Su actitud fue bastante fría y poco entusiasta.
César suspiró preocupado: -Tengo miedo de que este asunto… termine en nada.
-No pasa nada. Mientras la representante de Alexa esté dispuesta a reunirse conmigo, no
debemos perder ninguna esperanza.
Después de llegar a los Estados Unidos, Alejandro esperó ansiosamente durante tres días hasta que finalmente se encontró con Silvia, la responsable de la empresa de Alexa, en una cafetería
cerca del estudio. Sin embargo, ni siquiera entró al estudio.
-Señor Hernández, permítame hablar con franqueza.
Silvia cruzó los brazos sobre el pecho y miró a los ojos de Alejandro con un cierto aire de arrogancia: -Hasta ahora, Alexa solo ha diseñado joyas para la primera dama, miembros de la realeza y personas que han hecho contribuciones notables a la sociedad y la comunidad.
Aunque Ada Gutiérrez sea unaestrella internacional, ella todavía no tiene la calificación suficiente
para que Alexa diseñe para ella.
César se estremeció internamente: Esto es demasiado exigente. Después de todo, solo estamos
hablando de joyas, ¡no de medallas militares!
-Aunque pueda parecer que estoy presumiendo, ese no es mi propósito. Hace años, fundé una organización benéfica a nombre de mi madre con el aval de la familia Hernández. A lo largo de los años, me he dedicadó a obras benéficas, apoyando asilos,dé ancianos, estudiantes necesitados y
orfanatos.
Espero que la señorita Alexa pueda considerar este asunto desde una perspectiva más amplia, en lugar de verlo como la simple creación de joyas para una celebridad. Si Alexa está dispuesta a colaborar con nosotros, estamos dispuestos a discutir generosos honorarios.
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-Además, todos los ingresos adicionales generados por la boda de Ada Gutiérrez en nuestro hotel
se donarán a la organización benéfica-declaró Alejandro con firmeza y convicción.
-Vaya, entonces la intención del señor Hernández es que piense que la señora Alexa carece de
visión y está cerrada a nuevas oportunidades-dijo Silvia con una risa fría.
Alejandro se tensó: -Esa no es mi intención…
-En estos años, han venido muchos capitalistas sin escrúpulos que utilizan la caridad como
pretexto para que Alexa diseñe joyas. ¿Quién puede estar seguro de que no eres uno de ellos? ¿
Quién puede asegurarse de que el dinero que fluye hacia tu organización benéfica no sea solo un
truco?
La expresión de Alejandro se oscureció rápidamente y sus manos apretaron los reposabrazos de la
silla.
César ya no pudo quedarse en silencio y, aunque su inglés no era del todo perfecto, exclamó en voz alta: -Señorita Silvia, vinimos aquí con sinceras intenciones de colaborar. ¡No es apropiado que se
comporte de manera tan hostil y desafiante!
Alejandro mantuvo la calma y extendió una mano hacia César, indicándole que se detuviera.
-La fundación de los Hernández ha sido administrada por mí personalmente. Cada donación
benéfica está registrada en libros de contabilidad abiertos y transparentes que pueden ser
verificados. Puedo proporcionarle esos registros para su revisión.
Silvia levantó su mirada en un gesto de desprecio y dijo fríamente: -Entiendo la intención del
señor Hernández y se lo transmitiré fielmente a Alexa, pero la decisión final de colaboración
dependerá de la propia Alexa.
Después de todo, no es solo usted quien busca su diseño en estos días.
Concluida su frase, Silvia se levantó y se fue, dejando el café en la mesa sin tocar.
-¿Esta chica tiene algún problema? ¿La menopausia precoz en las mujeres de los Estados Unidos se manifiesta así? -César murmuró, su rostro enrojeciendo por la indignación, incapaz de
contenerse.
-No te preocupes por eso por ahora. Prepárate para un plan B.
Alejandro advirtió con la voz ronca, aflojando ligeramente el perfecto nudo de su corbata r: -La postura de Alexa en este asunto es bastante firme. Supongo que también será igual con Clara,
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condiciones más atractivas que las mías.
-Entonces, ¿cuál es el siguiente paso? -preguntó César con ansiedad.
-Comencemos con Ada Gutiérrez, pero no podemos bajar la guardia en relación con Alexa.
Alejandro respondió con los puños apretados y una mirada intensa. -En los próximos días,
mantente atento a las acciones de Clara. Si hay algún movimiento adicional entre ella y Alexa, ;
infórmame de inmediato!
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