Capítulo443
-Esta también es la filosofía que la señora Alexa ha mantenido durante todos estos años al
diseñar joyas. Como su fiel seguidora, anhelo seguir sus pasos de esta manera. Espero que la
señorita Leona no se sienta ofendida por mi acción. No es que no me guste, sino todo lo contrario,
es porque me gusta demasiado que deseo que pueda obtener un valor más alto.
Con estas palabras, Leona naturalmente no se atrevió a rechazar. En este momento, lo único que
quería era que las malditas luces sobre su cabeza se apagaran, que su rostro avergonzado
desapareciera de la pantalla gigante y, de ser posible, que ella misma desapareciera bajo tierra.
-Las obras de Alexa son excepcionales y difíciles de conseguir. Por eso, la señora Ada ha decidido
subastar esta pieza sin precio de reserva. La subasta comenzó, pero la multitud vaciló.
-Treinta millones-resonó una voz clara y melodiosa. Pol sonrió y levantó su tarjeta con calma.
—¡Treinta millones! ¡Esa es la oferta más alta entre todas las subastas de esta noche! -la multitud
exclamó.
El precio de reserva es de treinta millones, ¿acaso el siguiente precio no alcanzará los cien
millones?
Aunque las obras de Alexa realmente sobre pasan este valor, esto hizo que muchos que estaban
ansiosos por intentarlo se echaran atrás.
-Cincuenta millones-Alejandro levantó su tarjeta con frialdad, sin mostrar ninguna emoción.
Sin embargo, el destello de determinación y ambición que cruzó sus ojos oscuros reveló su incontenible espíritu de rebeldía.
La gente quedó atónita: ¿el señor Hernández, acaso es tan adinerado que posee una máquina de relaboración dinero en su casa que funciona las veinticuatro horas del día? Esta oferta inicial es de
veinte millones.
Incluso aquellos que estaban considerando hacer una oferta desistieron por completo en este
momento,
-Setenta millones-Pol levantó su tarjeta nuevamente, sin fruncir el ceño.
Él agregó otros veinte millones, claramente desafiando a Alejandro.
-Noventa millones-dijo el Sr. Hernández.
-Mil millones-respondió el Sr. García.
¡La audiencia estalló en un increíble grito de incredulidad! Hubo un completo revuelo.
Bien, estaba decidido. Parece que el joven García también tiene una máquina de elaborar dinero en
casa.
Clara cruzó los brazos, sus largas y hermosas pestañas se movieron, y sus labios rojos se apretaron
en una linea recta.
A medida que el precio de la subasta subía rápidamente como las acciones en verde, no se
vislumbraba ni una pizca de sonrisa en su rostro.
-Señorita Clara, estas dos personas parecen estar discutiendo en lugar de estar en una subasta-
incluso Ais se dio cuenta.
-Si-Clara frunció el ceño, realmente deseando que alguien les confiscara las tarjetas a estos dos
hombres que estaban presumiendo de su riqueza de manera desenfrenada.
Por otro lado, Ema estaba completamente atónita.
-Mamá, dijiste que este joven García era un pobre diablo, ¿verdad? Pero ha hecho una oferta de mil
millones tan fácilmente. ¿Me parece que tiene dinero? -preguntó Leona sorprendida.
Ema no pudo decir una palabra.
¿Acaso había juzgado mal esta vez? ¿Acaso Pol ocultaba su verdadera riqueza? 1
-Ciento cincuenta millones-Alejandro hizo una oferta sin mostrar ninguna expresión en su
rostro, aumentando nuevamente el precio.
Para Alexa, algo que le había molestado siempre era haber contenido su frustración, por eso esta noche tenía que ganarle. -Ciento cincuenta y dos millones-una voz clara y melodiosa resonó
como una gota de perlas en un platón de jade.
Los hermosos ojos de Clara finalmente revelaron un destello de frialdad, no pudo soportarlo más y levantó su tarjeta,
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