Capítulo550
Después de todo, durante los cuatro años que había estado estudiando actuación, Fátima a menudo se unía con su
grupo para molestarla. Dado que su personalidad era naturalmente más delicada y dócil, y el deseo de graduarse
sin problemas, esto hacia que soportara todo en silencio.
Pero luego, al recordar el insulto de Leonardo hacia Aarón y las malas intenciones de Fátima hacia el hombre que
le gustaba, todo su miedo desapareció al instante. En su corazón, solo sentía una rabia la cual estaba a punto de
explotar desde lo más profundo de su ser.
Inés frunció el ceño y siguió caminando sin prestarle atención.
-¡Zorra! ¡Puta! ¡Inés, detente de una vez por toda! – Fátima la llamó al ver que seguía caminando
sin detenerse.
Inés detuvo sus pasos y se volteó lentamente.
Al ver a Fátima llegar hacia ella con las rodillas inflamadas y ensangrentadas, cojeando, Inés no
pudo evitar levantar sus labios con un gesto burlón. Aún encontraba algo de diversión en la
situación.
-¿y eso como a quién llamase zorra?
-¿No te lavaste los oídos? ¡Por supuesto que te estoy llamando a ti! – Fátima no podía esperar para
desahogar su enojo con Inés antes de cuidar sus propias heridas.
-Oh, lo siento, pensé que estabas hablando de ti misma- respondió Inés con sarcasmo sin
inmutarse.
Verla repentinamente contestarle la dejó a Fátima, que estaba acostumbrada a intimidar a otros,
completamente desconcertada.
-Y cuando llamas ‘puta’ a alguien, sería mejor que te mires al espejo.
Inés se mantuvo firme, sus palabras eran afiladas y directas, golpeando a Fátima donde más le
dolía. Se y todo el mundo sabe que estás saliendo con Leonardo, el del grupo García ¡ ¿no es
conocido en toda la Ciudad de México que Leonardo ya está casado? Su esposa es una hermosa
dama. En cuanto a tu origen, apariencia y carácter, ¿cómo puedes compararte con la esposa de Leonardo?
Realmente no entiendo qué vio él en ti. Leonardo es un caballero con todas las letras, y
no debería tener tan mal gusto, para andar con una cucaracha como tú.
Fátima, furiosa y avergonzada, gritó: -Soy hermosa, joven y encantadora, es natural que Leonardo
se sienta atraído por mi.
-Tengo una teoria, quizás Leonardo se canso de estar rodeado de mujeres hermosas, y eso lo llevó a sentir algo
diferente por ti- respondió Inês con una risa fría y burlona. -¡No eres más que excremento putrefacto! ¿A quién
llamas excremento? Fátima tenía la cara enrojecida de rabia.
-¿Tienes el descaro de preguntar? Claro que de nuevo me estoy refiriendo a ti respondió Inés
contrarrestando sus palabras,
Fatima no esperaba que Inés fuera tan afilada en sus respuestas, y al ver que no podía vencerla en
un enfrentamiento verbal, levantó la mano y le dio una bofetada en la cara.
Una sensación ardiente se extendió por todo el cuerpo de Inés, su mejilla izquierda se inflamó de
inmediato.
Esta no era la primera vez, que recibía una bofetada de Fátima. Esta mujer aprovechaba las
oportunidades durante las prácticas y obras teatrales para golpearla, incluso sobornaba a los profesores y al líder
del grupo para asignarle roles en los que fuera maltratada por hombres, todo
para satisfacer su retorcida y oscura psicología.
-Perra, no pienses que, porque estás con un rico heredero que conduce un Porsche, no me
atreveré a hacer nada dijo Fátima con una sonrisa satisfecha y maliciosa. -¿Crees que ese chico guapo te
respaldará? Él solo está jugando. En la industria del entretenimiento, lo que importa es tu
respaldo y conexiones. Como viste esta noche, mi novio es Leonardo. Cuando entre en la industria
del entretenimiento, tendré recursos en abundancia. Si te atreves a meterme en problemas, ten
por seguro que haré que Leonardo te ponga en una lista negra y que no tengas futuro en toda la
Ciudad de México.
Inés escuchó sus palabras sin expresión en su rostro, encontrándola ridícula.
La familia de los Reyes y la familia de los García eran conocidas desde hace generaciones. Cuando
era muy joven, incluso Simón la había sostenido en brazos.
-Así que, te deseo que logres tús objetivos pronto y me pongas en la lista negra- dijo Inés con
frialdad. Si en ese momento Leonardo todavía está interesado en ti.
Inés detuvo sus pasos y, antes de que Fátima pudiera reaccionar, le propinó una fuerte bofetada en
la cara, aún más fuerte que la que le había dado antes.
-¿Acaso te atreviste a golpearme? – Fátima, atónita, se agarró la cara. No esperaba que esta chica
-Claro que me atreví, y ¿Qué?
Inés levantó la barbilla con orgullo, y en ese instante, sus ojos destellaron con una mirada fría y
afilada. ¦¦ena de nobleza y determinación. Esto hizo que el corazón de Fátima se acelerara y
sintiera un ligero pánico.
-Y escuchame muy bien, con esta bofetada, quiero que sepas que no soy nunca más esa alguien a
quien puedas maltratar impunemente. No me vengé antes no porque no pudiera, sino porque no
me importaba. Además, el guapo que conduce el Porsche es el hombre que amo. Si te atreves a
volver a intentar algo siquiera acercarte a él, la pagaras una por una.
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