Mi Salvador el Sen or Wilson ( Amelia Suarez )
Capítulo 28

Capítulo 28 

La expresión de Horacio se oscureció una vez más, era evidente que aún no podia aceptar esa mancha en su historia. 

Su prometida y su amor de la secundaria con quien habla estado desde joven, habla terminado en la cama con otro hombre y él los habla sorprendido en un hotel. 

Ella protegió al otro hombre en todo momento, no quiso revelar su identidad y hasta habla tenido un hijo con él. 

“¿No estabas buscando una escuela para el niño? Escuché que el hijo del mayordomo tiene una casa en un buen distrito escolar, hay un jardin de infantes en la misma urbanización, y también una escuela primaria y secundaria. Si te casas con él resolverias todos los problemas de educación del niño“, dijo Carolina con indiferencia. 

Amelia no podia imaginar cuán maliciosos podian ser, su mano quemada le dolla intensamente detrás de su espalda. 

No se atrevió a resistirse, ni siquiera a replicar. 

“¿Así que quieres solucionar el problema de educación de tu bastardo? Bueno… ¿te casarás o no?“. Horacio queria ver hasta que punto Amelia estaba dispuesta a sacrificarse por el hijo de ese hombre y hasta donde podia llegar su falta de dignidad. 

Al ver que Amelia seguia en silencio, Horacio se impaciento. “Fuera de aquí“. 

Amelia levantó los pedazos rotos del tazón del suelo y se marcho. 

“Horacio, ya que tú también has dado tu consentimiento, me encargare de ese asunto. El mayordomo ha trabajado arduamente para la familia Gallego durante muchos años, ayudarlo es lo correcto“, dijo Carolina con una expresión llena de bondad y generosidad. 

Horacio abrazo a Carolina para consolarla. “Blen, haz lo que quieras“. 

En cuanto a Amelia, ella se lo habla buscado. 

Ella era de esas mujeres que sin un hombre no podían vivir, ese seria su destino.  S~ᴇaʀᴄh the (F)indNƟvᴇl.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

En la planta baja. 

Después de enfriar la quemadura de su mano bajo el agua fria, Amelia echo un vistazo al reloj 

Ya eran las siete de la tarde, Lazaro ya habría cenado. ¿verdad? 

Solo dos horas más y podria volver a casa. 

“¿Dónde está Amelia? Esa perra, ni siquiera es capaz de llevarle a la señorita Carolina un tazon de avena sin tirarlo, y encima le quemó la mano, veras como le arranco la piel. 

La sirviente buscaba a Amelia malhumorada. 

Amelia se asusto, se escondio en el estudio y se acurruco en un rincón. 

Estaba asustada, realmente asustada. 

Pero antes de morir, quería ganar algo más de dinero. 

Para dejarle a su hermano y a Lazaro. 

No podia negar que los mil dolares al mes que le ofreció Horacio eran muy tentadores. 

Sin haber terminado la universidad y sin una titulación, si buscaba trabajo ahora, apenas ganaria unos cientos de dólares al mes como camarera. 

De repente, se encendió la luz del estudio. 

Amelia se escondió asustada detrás de las cortinas en el rincón. 

¿No había dicho la sirviente que esa habitación no podia ser utilizada libremente, que normalmente nadie iría y que sólo era necesario mantenerla limpia? 

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¿La sirviente habia venido a buscaria? 

Al asustarse, acumuco más sus plena y sin que toca una de las decoraciones cercanas, 

acumacómas querer 

Wilson volvió a la familia Gallego y, apenas entró en el estatio, excocho nikos en un rincón, 

Witson trunció el ceba no parecia contento. 

Otra vez el molesto niño de la familia de Valena? 

et 

Rabia dejado en claro a los sirvientes de la casa que nadie podia entrar en su estadio, especialmente Salvador, el niño mimado de la familia Santos y la familia Gallina) 

Wilson no soportaba a los nibos, especialmente a los maknaÑOS. 

Obviamente. Salvador habia sido malcriado por las tamilas Santos y Gallego hasta no tener remedio. 

Al levantar la cortina, Wilson miro con el ceo fruncid 

Amelia se asusto y se escondo un poco mas, luego temblo de miedo y mind al recien llegado con una mirada de susto. 

Los ojos de Amelia eran hermosos y briliantes, era como si siempre estuvieran limpios y clares hasta el extremo 

Wilson se detuvo un momento y luego truncio el ceño. Senora Suarez, lo hizo a propósito?” 

Wilson se agacho frente a Amelia su voz tenia un tono Burlon 

Habla muchos rumores sobre Amelia en Solla Maravila la mayoria era sobre su vida privada desordenada, decian que era una mujer muy astuta 

Wilson no creia en los rumores, pero cuando se recebian tanto, acababan conviendose en realidad, lo que podia generar una mala imagen persistente de Amelia. 

Ademas üttimamente Amelia aparecia a menudo en el campo visual de Wilson, le hizo dificil no sospechar y dudar. 

En el pasado, aquellas mujeres que querian seducto también se esforzaban al maximo v empleaban todo tipo de tacticas para aparecer en la familia Gallego. 

Algunas damas distinguidas de Bella Maravilla incluso buscaban la oportunidad de empicarse como criadas en la familia Gallego para acercarse a él 

Eso le resultaba molesto a Wison. 

“No… no es… yo no hice nada…“, dijo Amelia con miedo y la voz temblorosa. 

*¿Dónde está Amelia? ¿La han visto? Esa zona, ¿donde se habra escondido? 

“Si no esta holgazaneando, esta tobanda, siempre causando problemas. 

“Voy a acabar con ella. 

Desde afuera llego la voz de la sinente, estaba regañando y maldiciendo, 

Amelia junto sus manos en señal de suplica, le pidió a Wilson que no la entregara. 

Wilson trunció el ceño, su mirada se poso en el dorso de la mano de Amelia que estaba rojo por una quemadura. 

Sin decir nada. Wilson se levantó y salió de la habitación 

Amelia se asusto, penso que Wilson iba a delataria a la sirviente. 

hoerbe 

Temerosa, se abrazo a si misma, solo pudo rezar para que la sirviente no le pegara tan forte y para que su hermano y Lázaro no se dieran cuenta, 

Tenia que aguantar, por su hermano y por su hijo, na había nada que no pudiera sobotar. 

Mientras… mientras ella muriera ya no seria una carga para ellos. 

Solo tenia que resistir un poco mas. 

Después de pagar su deuda, podria estar libre. 

Tras un rato, la cortina se abrió de nueva, no fue la sirviente quen entra, sino WİSOA. 

Capitulo 28 

Traia un botiquín y sacó un ungüento para quemaduras. 

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