Capítulo 24
Un hombre, vestido con una camisa blanca y un traje negro, se sentaba despreocupadamente en su asiento. Era guapo y distante, y con facilidad atraía las miradas de las mujeres a su alrededor.
Esa cara serena y fresca, ella la miró una vez y la imagen se le grabó en el alma.
Frente a él estaba sentada una mujer hermosa, con maquillaje perfecto y una figura esbelta, vestida con un sensual vestido negro que les hacía parecer muy cercanos.
Farel le pasó el menú y ella, con una sonrisa dulce, bajó la mirada para elegir su pedido.
Evrie desvió la vista casi sin pensar.
¡Vaya, Dr. Farel! Me preguntaba por qué no nos acompañaste a comer, y resulta que tenías una cita con una dama le dijo Leandro con una sonrisa traviesa al acercarse a burlarse.
eFarel esbozó una leve sonrisa y no le dijo nada más. Escuché que este restaurante era bueno y quise
orabario por mi mismo.
arLeandro soltó una risita. -Este lugar es conocido por su comida suave, esa comida es buena para el
estómago. Lo escogi especialmente para Evi.
h-Ab, vec que el gran jefe Reyes cuida mucho a su aprendiz. No todos harían un viaje tan largo solo para dcuidar tu estómago -comentó Farel con una mirada significativa hacia Evrie.
Evrie sintic que había un doble sentido en sus palabras, pero prefirió ignorarlo.
DlerClasores mi única discípula, tengo que prestarle especial atención. Ella es la joya de mi trabajo de información te replicó Leandro con un guiño.
–
erkuarto, no te interrumpiré más tu cita. Que cada quien disfrute su comida. –
reFaceirsonide y desvió su mirada con sutileza.
anec voro volvió a su asiento justo cuando empezaban a servirles los platos, y ambos comenzaron a
mcomer
nesine o subscontida como una tortura.
sde su enganggo podía ver cómo la mirada de Farel se paseaba hacia ella de vez en c
propositosito
s burdan de cechazaban accidentalmente en varias ocasiones, y ella siempre apartaba
pidamente.ente
relouna razon, cuando into mas trataba de evitarlo, más parecía perseguirla su presencia.
como sice tratame dane uno especie de magia oscura, algo totalmente inexplicable.
Ev?-La voz de cendroramite hizo volver a la realidad
mente
Te gustan los dulces? ved veo que ca acabas con esa bandeja de pastelitos. Deberías probar tamb
os plates, son muy buy tus nquianti anteandro la animé sirviendole más comida.
- sorprendida por el gusto, leamogradeció Gracias St Reyes.
Ya te graduauto, no tienes que du Hamptine by Reyes llamame por mi nombre-le dijo Leandro con un
le desentadado y nomide que toca poa parece au nas cercano.
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terviosa.
¿Cómo voy voyer hacer eso? Sería una falta de respeto. Mejor te llamo como ius ros. Sp. Reyes Reyes?
ente, fuiste mi protegidǝtegerstenes que distinguirte. ¿Qué tal si me llamas maestro? Nos os
leesugiro Learoltecodro con una sonrisa.
s cercanos
tando la propuesta Esta bisa bien, maestro.
diseño, como era neción egeata,dada, neimitivamente necesitaba un buen maestro que la
por Leandro ya era un gran hono, nonasi que estaba más que dispuesta a aceptario como no
mida, Leandro se levantó para poor tacurta cuenta.
puso de pie para irse consélcon el
esa de Farel, Leandro saludo y Evrieybayo @abció la cabeza, evitando mirario a los ojos.
cita con otra mujer, y ella sentia que inclusonalusoonirarto le hacía sentirse culpable, como si endo una infidelidad.
irante, Leandro recibió una llamada urcentergente.
es? Te llevaré a casa primero dijo. dijo
de su prisa, insistió. -Vivo un poco lejosly con el traficanco a esta hora, te retrasarás yo, yo puedo tomar el autobús.tobús.
e invité a salir y es mi responsabilidad llevarte de vot a detaijo ledijo Leandro con firmeza.
e preocupes. Llegaré rápido en autobús. Tienes cosas massius inportantes que atender to las manos insistiendo.
querer decir algo más, pero el teléfono sono de nuevone
que acceder. -Bueno, cuidate. Llámame cuando llegues para sabra qacesque estás bien.
).-
by se fue en su coche.
mino y se dingió sola a la parada de autobús más cercana. cana.
Cómo dos personas salían del restaurante. Una mujer aita subió suautodeufardeyFamby, a ulp arrancó. El Range Rover negro pasó zumbando frente a ella a ela.
Evoe bajó la cabeza para esconderse.
Toua a otra. Seguramente, ya no la buscaría más, mac
anzó utrechu cuando de repente Farel se detuvo, y sin inmutarse le dijo a la mujer mujer:
popango hoy no puedo llevarte. Toma un taxi, yo te cubro el gasto ciasto.
Brescialembi, Farel, sive compartimos la comida, permíteme invitarte at cine privado.ivado
mmportante que no pueda esperar a que termine la película?ul
athley Quin dijo que quens in at cine contigo? Solo fue uma cena para cumplir con una una
3pote munte acas ideas absurdas.
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15:07
La mujer no podía creerlo. -Qué…-
-Baja del auto.
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