Receta para robarle el corazón al Dr. Farel ( Evrie and Farel )
Capítulo 292

Valerio dudaba, con esa voz que casi se perdía en el aire – Yo… puedo hacer otras cosas, ¿por qué tengo que manejar? –

– Te compraste un Jeep solo para lucirte cruzando ríos. Ahora ha llegado la oportunidad, vamos, muévete. –

– … –

Valerio no quería para nada.

Sabía muy bien que éste de apellido Haro estaba buscando la manera de sacarlo, pero tampoco iba a jugar con la vida de una embarazada.

Con una mirada llena de reproche hacia Farel, aceptó ser el chofer y se fue a buscar a la gente.

Marcela, por su parte, preocupada por su nuera, también se subió al carro.

Después de que se fueron, Evrie los siguió con la mirada por un largo rato.

En su corazón, rezaba en silencio, esperando que no lloviera más esa noche, deseando que todo saliera bien en su camino.

Valerio era el hijo de Amir, y si algo malo sucedía, ella no sabría cómo explicarlo.

– ¿Te has enamorado de él? – Una voz fría le llegó desde arriba.

Evrie abrió sus ojos, incrédula – ¿Qué estás diciendo? –

¿En qué momento había dado señales de que le gustaba Valerio?

Farel la observaba, con esos ojos claros y penetrantes – Evrie, al menos un año, no te enamores de nadie en un año, ¿puedes? –

– Después de un año, no importa de quién te enamores, yo te dejaré ir. –

Evrie se quedó sin palabras, sin entender su intención.

– Pero, ¿no habíamos terminado ya? –

– Espérame un año. – Él dijo – Confía en mí, solo un año.copy right hot novel pub

–

Evrie bajó la mirada y se quedó en silencio por un momento.

Luego levantó la cabeza y sonrió – Señor Haro, no te preocupes, no he pensado en enamorarme. Al menos en cinco años, mi enfoque está en mi carrera, todo es secundario a eso. –

Farel soltó sin pensar – Entonces termina con Valerio. –

Evrie – ¿? –

– Sé que están fingiendo, pero no me gusta, puedo darte la protección que necesitas, no tienes que buscar seguridad en él. –

Evrie guardó silencio por un momento, luego lo miró fijamente – Cuando tú y Olivia se casen, o cuando rompas el compromiso con Olivia, terminaré con Valerio. –

Farel no dijo nada más.

Ella estaba protegiéndose a sí misma.

También estaba tratando de alejarse de él, intentando no causarle problemas.

Él lo sabía.

Era consciente de todo, pero algo dentro de él no estaba en paz.

Una sensación de malestar, de resentimiento, de celos y de rabia.

Incluso había pensado en llevar a Valerio al Triángulo Norte, lejos de ella, eso sería mejor.

En ese momento, alguien llamó a Evrie para pedirle ayuda y ella se fue.

Su delgada figura se desvaneció rápidamente.

Farel se quedó en la oscuridad por unos minutos, hasta que una serie de vibraciones en su teléfono lo trajeron de vuelta a la realidad.

Era una llamada de Joan.

– Señor Haro, la Familia Da Silva está aprovechando tu ausencia para empezar a mover la mercancía, parece que Leandro ya no puede esperar. –

Farel entrecerró sus ojos claros – No los alarmes, déjalos seguir con su plan. –

La mercancía que la Familia Da Silva estaba moviendo secretamente, necesitaba llegar a manos de Leandro para tener pruebas concretas.

Ahora no era momento de actuar precipitadamente.

La Familia Da Silva tenía conexiones y aliados por todos lados; él necesitaba deshacer esas redes de influencia una por una, tenía que tener paciencia. Sᴇaʀᴄh thᴇ FɪndNøvel.ɴᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

Estos movimientos no se lograban de la noche a la mañana.

Un año, eso era lo máximo que podía prometer.

Cuando Valerio regresó, ya casi amanecía.

Llegó con el rostro cansado, murmurando quejas hacia Farel.

¡Sospechaba seriamente que Farel lo había enviado a propósito!

La embarazada no tenía ningún problema grave, el bebé estaba perfectamente bien en su vientre, y todo había sido una pérdida de tiempo.

La lluvia había cesado, pero aún había charcos profundos en el camino.

Farel le asignó otra tarea – Te molesto una vez más, necesito que conduzcas a un lugar… –

Antes de terminar la frase, Valerio lanzó las llaves del carro y se desplomó en una silla, negándose a moverse.

– Aquí tienes las llaves, que maneje quien quiera, ¡yo no voy! –

Protestaba indignado – ¡Ya he donado muchos suministros y he trabajado bastante! Estoy cansado, necesito descansar, ¡yo también soy un ciudadano común! –

—¡Yo no sigo la carrera política!—

Farel tomó las llaves—Entonces, voy yo.—

Señaló al azar y gritó—Evrie, ven conmigo.—

Valerio—¿¿¿Qué???—

Valerio, con una expresión de desconfianza, se colocó delante de Evrie, renuentemente dijo—Si vas, ¡vete solo! ¿Para qué llamas a Evi?—

Valerio—…—

Farel curvó sus labios en una sonrisa—Entonces, te agradezco el esfuerzo.—

—Jaja, de todos modos no me comparo con el astuto lobo viejo de Farel—

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