Capítulo 26 ¿No quieres divorciarte? Sᴇaʀᴄh thᴇ FindNøvᴇl.nᴇt website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

Alejandro se quedó atónito por lo que dijo Victoria y no recobró los sentidos hasta luego de un momento. Cuando volvió en si, notó que lo miraba de manera despectiva y angustiada. Cuando él se acercó, ella bajó la cabeza y continuó empacando; lo hacía mucho más rápido que antes. Ni siquiera doblaba bien la ropa, sino que simplemente colocaba todo adentro de la maleta. Alejandro le agarró la muñeca cuando ella se volteó.

—¿Por qué te vas de la habitación hoy? ¿No puedes esperar?-preguntó de manera apática- Déjame adivinar. Es por el almuerzo que tuviste hoy con tu querido Noel, ¿verdad? -continuó

con sarcasmo.

Al escucharlo, ella levantó la mano y lo miró incrédula.

-No es necesario que te burles de mi. ¿Acaso no sabes bien qué tipo de relación tengo con Noel?

Luego, intentó liberarse, pero él la sujetó con fuerza. En cuando logró alejarse de él, la agarró por la cintura para abrazarla y que ella no se fuera. Tenía los labios fruncidos y no estaba contento.

-¿Qué? ¿Me equivoqué? Si él no es el motivo, entonces ¿por qué decidiste empacar hoy? ¿No es por él? Te he tenido atrapada en este matrimonio dos años, ino es así?

La mujer dejó de forcejear y estaba boquiabierta.

-Deberias analizar qué quieres, Alejandro; tú fuiste el que me dijo que nos divorciemos.

-Ahdijo inexpresivo y continuó burlándose-: Estabas esperando que te pidiera el divorcio, ¿no? No podías esperar más para salir a comer con él e irte de esta habitación.

que

Victoria no le respondió; si ella no supiera que él amaba a Claudia, habría creido estaba celoso porque ¿por qué le interesaría tanto que ella almorzó con otro hombre? «Está actuando así porque siente que amenacé su autoestima». Después de todo, ellos aún no se habían divorciado de manera oficial, pero su esposa quería dormir en otra habitación. «Creo que se comporta así por el mero hecho de ser posesivo. No quería perder más tiempo con ese hombre por si llegaba a convencerla de que en realidad estaba celoso; no dijo nada e intentó liberarse de nuevo de él.

Al ver que la joven no le respondía, su expresión se tornó sombría y apretó los dientes.

-¿Por qué no me respondes? ¿Acaso estas de acuerdo con lo que acabo de decir? Siempre quisiste divorciarte, ¿no? -Continuó burlándose al ver que ella no le contestaba-. Tengo razón; siempre quisiste divorciarte, pero decidiste esperar a que yo te lo pidiera en lugar de hacerlo tú, ¿no es así?

-Alejandro dijo exasperada; ya no toleraba la situación. ¿Qué intentas decir? ¿No quieres divorciarte?

Al escucharla, no dijo nada; quizás, por lo que había hecho Alejandro ese día y los siete millones de Claudia, Victoria era inusualmente apática.

-¿Olvidaste que este era un matrimonio de mentira desde el comienzo? ¿No recuerdas lo que me

dijiste cuando me viste aquella primera vez? Querías que nos casemos para complacer a tu

abucla.

Alejandro tenia una mirada triste al escuchar lo que acababa de decir e hizo una mueca.

-Asi que, ¿estuviste jugando y fingiendo conmigo estos últimos dos años? ¿Eso es lo que intentas decir?

-Qué importa si lo hice, acaso tú no estabas haciendo lo mismo?

Alejandro no dijo nada al ver la manera en la que le respondió; miró en silencio a la joven hermosa con rasgos delicados que tenía frente a él y recordó lo indiferente y calmada que estaba la noche que él le propuso que se divorciaran. Ella ni siquiera se fue de la habitación y, al recordarlo, la soltó. En cuanto lo hizo, Victoria continuó empacando.

-Los sirvientes se darán cuenta de que no estamos bien si te vas a la habitación de huéspedes. comentó molesto e impaciente mientras se arreglaba la corbata.

Qué importa-contestó porque ella

ya

había pensado en ello-. Nos divorciaremos en poco

tiempo.

-¿Y la abuela?

-Ella no se dará cuenta.

-¿Cómo lo sabes? ¿Crees que no tiene algún sirviente aqui enviado por

Victoria se quedó quieta al oírlo porque no había considerado eso.

ella?

-Si es así, decidiré qué hacer después de que la operen -murmuró luego de un instante.

No podía apresurarse porque la salud de Griselda era la prioridad de ambos.

-Parece que no estás satisfecha con este acuerdo -comentó Alejandro.

-En absoluto; he vivido de este modo dos años, ino?

-Ah, entonces, ¿sientes que ha sido un error durante todo este tiempo?

él

Ella solo lo miró y no dijo nada; era la primera vez que se daba cuenta de lo irrazonable que cra. Se volteó porque ya no quería hablar con él y sabía que no iba a obtener nada de esa conversación. Estaba muy molesta con la actitud posesiva del hombre; sin embargo, nada iba a cambiar aunque continuaran discutiendo.

-¿Por qué tienes esa expresión? -preguntó luego de observarla por un momento-, No regresaré si no quieres verme.

De inmediato, se volteó y salió de la habitación. Victoria estaba de pie, con la espalda derecha, pero en cuanto se marchó, se sentó en la cama y sentia que no tenía energia. Al escuchar cómo bajaba las escaleras, bajó la mirada y tenía el rostro muy pálido. Luego de dos minutos, Héctor

entró porque estaba preocupado.

-Señora Calire, ¿por qué el señor se fue si acaba de regresar? Además, parecía molesto. ¿Ha ocurrido…?

El mayordomo se detuvo de manera abrupta al verle el rostro tan pálido a Victoria.

—¡Señora Calire! ¿Se encuentra bien?

La joven no queria contarles a las personas cómo se sentía, así que le sonrió de manera despreocupada a Héctor.

-Estoy bien, solo que estoy muy cansada. Voy a sentirme mejor si duermo un poco.

El mayordomo se angustió al verla así, pero no dijo nada y suspiró.

-De acuerdo, señora Calire. Que descanse.

-Lo haré-asintió y bajó de nuevo la mirada.

Antes de que se retirara, Héctor vio las maletas con un poco de ropa que había en la habitación. -¿Qué está sucediendo? ¿Por qué la señora Calire ha empacado? ¿Por eso el señor Calire se marchó de nuevo tan molesto en cuanto llegó?-.

que

Héctor recordó a Claudia, que había visitado a Victoria esa tarde. El había trabajado para la familia Calire desde hacía varios años y vio a Alejandro crecer. El estaba agradecido de Claudia lo hubiera salvado, pero nunca pensó que él la amaría. Después de todo, ella no era el

que nadie tipo de mujer adecuado para Alejandro. Es así; la situación resultó de un modo esperaba..

Cuando los Selva se declararon en bancarrota, Alejandro y Victoria se comprometieron; el mayordomo creyó que el matrimonio resultaria bien, pero… -Qué extraño-.

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